El ecosistema laboral de hoy es colaborativo, flexible e inspirador, con alternativas diversas para posibilitar a las personas controlar su entorno: choice and control, a través de la elección de aquellos elementos que le proporcionen una experiencia de usuario positiva, (posturas adecuadas, formas de trabajo, nivel de privacidad y colaboración) que aseguren la productividad esperada.

La organización espacial tiene una alta incidencia en la forma de trabajar y en el compromiso de los empleados con sus empresas, y un empleado comprometido desempeña mejor su trabajo. Para ello es fundamental contar con una variedad de espacios y entornos distintos que abarcan desde salones para trabajo en equipo equipados con alta tecnología, salas de descanso informales con asientos que permiten posturas más distendidas, mesas de altura regulable, como complemento ergonómico, hasta las islas de creatividad que ofrecen privacidad y permiten estar enfocados.

Brindar la capacidad a las personas de decidir el ambiente de trabajo adecuado y la manera en que quieren llevar a cabo las tareas diarias en cada situación ha revolucionado el entorno laboral elevando el bienestar y la productividad de los usuarios.

Esta flexibilidad es clave para los cambios disruptivos que han producido en el mundo laboral la transformación digital y la expansión tecnológica. Hoy en día los teléfonos móviles, los computadores portátiles y el wifi han logrado sacarnos de nuestros puestos de trabajo, formamos parte de múltiples equipos y pasamos de una tarea a otra, de una forma de trabajo a otra y asistimos a un montón de reuniones, presenciales o a distancia. El aprovechamiento de las tecnologías contribuye a manejar esta complejidad y reducir el estrés que se deriva de ella, por la tanto la tendencia es integrarlas al entorno físico. Los espacios inteligentes y bien conectados mejorarán definitivamente nuestra experiencia laboral.